Carta Abierta
Hace algunos días, Jorge Domínguez publicó en su blog y en Atina Chile una carta muy certera respecto del Chile ético que queremos, la comparto con ustedes.
Dicen que el triunfador es el vivo, el rápido, que "todo vale" con tal de conseguir el bien del país, que no hay que hacer demasiadas preguntas: "esas son cosas de la política".
Dicen que hasta los santos, los honestos, acaban prefiriendo la tranquilidad de una ONG, o una empresa privada, a tener que hablar de cómo estamos por casa.
Porque, dicen, "la ropa sucia, se lava en casa". Y todos piensan que no hay casa sin ropa por lavar.
Pero eso ya lo habrán oído muchas veces...
Hay gente que obviamente piensa diferente. Yo tengo un amigo que está dando una batalla; y aunque algunos no les guste, sé que la cosa va por ahí.
¿Saben qué queda?
Queda mi hija preguntándome a las 9:00 de la noche, frente a la tele: "papá, ¿por qué esa mujer llora? ¿Por qué él grita tan fuerte? ¿Por qué están peleando?” ¿Por qué hay tantos ladrones? Y ¿qué son los ladrones?"
Queda mi hijo, preguntándome, mientras le digo que se vaya a dormir, que aun así debe ir al colegio, que debe hacer la tarea porque vale la pena estar aquí, y vivir.
...Y no sé ustedes, pero yo, luego cuando lo pienso me pregunto si tal vez algún día, no me enrostrará haberlo educado para ser un "vivo", para saber no ver lo que no conviene ver, para vivir un país donde la fidelidad al grupo o la tribu esté por encima de la lealtad a los valores que edifican la comunidad.
Porque al final, lo que queda, lo que somos, lo que vale la pena, en lo que estamos hoy, es construir un juego de valores y compromisos, un futuro que no valdrá nada, si no hay nadie puesto y dispuesto a asumir los costos de defenderlo.
Quizás muchos de ustedes, se quejan de sus realidades y trabajos, pero saben que vale la pena construir dignidad desde ahí, que hay muchos otros con las manos limpias y con tanta dignidad, que dejan la vida en la obra por 140 mil al mes.
Porque lo que hace un país no son las banderas, las estadísticas, los partidos, ni los intereses. Lo que hace un país es el respeto al esfuerzo de todos esos que como cada uno de nosotros se "saca la cresta" por dejarle a sus hijos un país en el que puedan creer.
Un país en el que los triunfos no sean para los más "vivos".
Y como ustedes han sido parte, saben que hace ya más de dos años fundamos Atina Chile precisamente para trabajar e innovar por crear un país así.
Y todo eso hace el compromiso ético en el que en Atina Chile creemos.
No estamos aquí para meter odio en el primer post de la mañana, para meternos en las consecuencias de esto o aquello en la conversación interna de los partidos.
No estamos aquí para conminar, descalificar ni confundir.
Estamos aquí, en Atina Chile, porque ponemos a Chile por delante, porque tenemos un compromiso ético con Chile y apasionado por el país.
Pero créanme. Esta apuesta merece la pena.
Merece la pena porque amamos la vida y ponemos a Chile primero. Porque hemos decidido amar la vida y la vida no se puede derrotar ni silenciar.
Somos un grupo de apasionados con la vida que quieren invitarlos a comprometerse, quieren invitarlos a mirar a los ojos a sus hijos y pensar que vale la pena salir ahí fuera y escuchar a los otros, trabajar por los otros.
Compartir y servir.
Ése es el Chile en el que creemos
ese es el trabajo para el que vivimos.Un compromiso ético para la vida y para el futuro. Un compromiso para construir entre todos un espacio para la vida de todos y les invito a construirla aunque tenga costos, aunque les quiten el saludo, aunque su partido, su tribu o sus compañeros los apunten con el dedo.
Porque todos los días vale la pena mirarse las manos y descubrirlas limpias.
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